Desde el punto de vista humano
Es curioso que al momento de discutir, se nos olvida algo tan obvio que pasa de desapercibido: nuestros padres también son seres humanos. Con problemas y dificultades como nosotros, llevando siempre en la mente la presión de sustentar la casa —por un lado— y la de cuidar del hogar, los hijos y en general en que todo vaya bien. —por el otro lado—. Entonces, ¿no te parece comprensible que a veces reaccionen de más? Recuerda, el estrés es algo que sin importar la edad nos afecta a todos.
Pero el punto no es ese, nosotros vinimos a ver que es lo que tú puedes hacer.
Lo que tú puedes hacer
Tal vez te suene la siguiente situación. Estás en la sala, con el teléfono en la mano, viendo memes, alguna serie o haciendo cualquier cosa de tu interés. Entonces, aparece tu madre de mal humor, quejándose de que nunca le ayudas en casa. Tú sientes que ella está exagerando, así que le respondes con desgano o refunfuñando alguna palabra, ella te escucha, y así empieza una larga discusión. Al final, a ti se te arruinó el día, y ella terminó aún más enojada, ambos perdieron.
Llegado a este punto, es posible que razones que lo mejor es no decir nada y callarse. Pero esa no es la solución al problema, al contrario, solo lo posterga y lo agrava. Y de esa forma llegamos a la incógnita. Si no es bueno callar, ni contestarles, ¿qué es lo que se hace? Vamos a analizarlo de manera rápida y punto por punto.
Habla con ellos
Y me vas a reclamar, “pero si acabaste de decir que no debemos contestarles”. Es verdad, no es bueno contarles, al menos no en el momento. Analiza la situación, ambas partes están enojadas, lo que significa que no están pensando con calma. Por ello, lo mejor es que hables con ellos en otro momento, cuando estén más calmados. Luego, cuando las aguas se hayan asentado, dile honestamente como te sientes al respecto. Podrías sorprenderte cuán buenos oyentes pueden ser tus padres, y lo único que tienes que hacer, es encontrar el tiempo en el que estén más relajados.
Pero recuerda, hablar, no es lo mismo que gritar, así que, al dirigirte a ellos, hazlo con el mismo respeto con al que a ti te gustaría que te traten. Un consejo, si no sabes expresarte con claridad, puedes escribirle una nota.
¡Ah!, ¡casi lo olvido!, es importante tener en cuenta que no siempre se pueden solucionar las diferencias, en esos casos, preguntante, ¿mañana este problema me molestará tanto como hoy?
Reconoce tus errores
A ver… si tus padres son humanos que se equivocan, entonces tú, como miembro de la misma especie, también estás sujeto a las equivocaciones. De manera que no te haría mal reconocer los errores que cometes. Puedes hacerlo a través de una disculpa dirigida a ellos, o bien, reflexionando en lo que has hecho. ¡No olvides ser humilde!, tus padres te lo agradecerán.
Ayúdales en lo que puedas
Esto parece obvio, pero muchas veces se pasa por alto. Recuerda lo que vimos antes, ellos tienen muchas responsabilidades que atender. Por lo que les caería muy bien un ayudante extra. “Pero mis hermanos tampoco les ayudan”, podrías decir, ¿y qué piensas hacer al respecto?, no puedes cambiarlos, además, los afectados serán ellos. Al cambio tú, al demostrar que eres diferente y que los consideras, te ganarás su agradecimiento.
Dedícales tiempo
¿Cuándo fue la última vez que pasaste tiempo de calidad con ellos? Te hará muy bien el conversar con ambos en sus ratos libres. Invítalos a ver una película o haz cualquier actividad que tanto ellos como tú disfruten. Háblales acerca de ti, de tus inquietudes, de lo que te gusta y te disgusta. Interésate en ellos, escucha lo que te dicen, sus consejos, sus anécdotas de vida, aprende de su experiencia. Créeme, te hará bien.
Cuida de ellos
Es de conocimiento común el saber que cuando los padres envejecen, es necesario cuidar de ellos. Pero, ¿qué hay de ahora?, ¿puedes hacer algo por ellos ahora que todavía tienen suficiente fuerzas? La respuesta es que sí, ¿cómo lo harás? Una de las formas es de las que ya hablamos antes, ayudarles en casa. A esa podemos añadirle otra más, atenderlos cuando estén cansados o enfermos. No tiene que ser algo grande, no te digo que te vuelvas médico. Con que le hagas una limonada o le pases un vaso con agua será suficiente. Y así, con cosas pequeñitas, te irás ganando un mayor aprecio del que ya te tienen.
Conclusión
En conclusión… demuéstrales a tus padres que ya no eres un niño a través de tus actos. Sé que es difícil poner en práctica todo lo antes mencionado, y aún más cuando los padres no parecen comportarse como es debido. Pero ten en cuenta que la vida en tu hogar, es como una preparación para entrar a la sociedad adulta. Lo que quiere decir que tienes que aprender a convivir con ese tipo de dificultades, porque siempre estarán presentes a lo largo de tu vida.
Existen otras cosas más que puedes hacer para tener una convivencia plena con tus padres, y la familia en general. Si quieres puedes darte la tarea de descubrirlas por ti mismo, solo tienes que ser observador.
Recuerda: las bases del buen convivir, siempre son el amor y el respeto.
Autor de la foto: Allen Taylor (@allentaylorjr)
¿Tienes alguna otra sugerencia?, coméntantala con confianza.
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